EL YACIMIENTO DE RIBESALBES
Manuel Saura Vilar y Juan A. García Vives, Onda (Castellón)
Codirectores del Museo Paleontológico de Ribesalbes.
Explotación minera
Los criaderos de esquistos bituminosos de la cuenca de Ribesalbes fueron citados por primera vez en 1779 en los Anales de Historia Natural. Después fue el Sr. Vilanova quien hizo mención de ellos en su Memoria geológica y agrícola de Castellón, publicada en 1859 por la Real Academia de Ciencias, incluyéndolos en el terreno cretácico.
Foto 1: Mapa de la zona de Ribesalbes y situación del yacimiento de "La Rinconada"
Los primeros en ver las posibilidades de aprovechamiento industrial de estos esquistos fueron el Maestro Sr. Villalba y el vecino de Ribesalbes D. Antonio Ruiz, quienes en 1892 iniciaron una destilación rudimentaria.
En el año 1894, el Vicesónsul inglés en Castellón D. Augusto Stubbs, miembro de la Sociedad Geológica de Francia, denunció como minas los criaderos y realizó un estudio minucioso del yacimiento. Montó una retorta escocesa de seis metros de altura para la destilación del mineral, siendo posteriormente trasladada a Puertollano.
La explotación minera comenzó en el año 1904, cuando se constituyeron dos sociedades inglesas: “Castellon Oil Company” se dedicó a explotar la mina Concha, en la partida denominada La Rinconada. “Spanish Mining Sindicate” explotó los esquistos en San Chils, al norte de la localidad. Gracias al gran capital inicial que aportaron, montaron unas magníficas instalaciones que, desgraciadamente no tuvieron los resultados prácticos deseados, interrumpiendo la explotación en el año 1914.
Foto 2: Después de secarse el lago el terreno se elevó, formando las colinas que se observan en la actualidad, posteriormente el río Mijares terminó de moldear el paisaje.
Ese mismo año D. M. Faura y Sanz, realiza un informe sobre la cuenca para la “Compañía Española de Aceites y Esquistos S.A.”, reanudándose los trabajos de explotación en 1918, por la “Sociedad Comercial e Industrial Española” y siendo suspendidos poco después.
A principios del siglo XX el interés que había en España por la destilación de carbones y esquistos era manifiesto, pues la importación de aceites minerales iba en aumento al igual que el consumo en los países más industrializados, con el agravante de que en España casi toda la demanda tenía que venir del extranjero.
Para resolver este problema solo había dos soluciones, el descubrimiento de campos petrolíferos o la destilación de carbones, lignitos o esquistos. Los sondeos realizados para la investigación de petróleos no habían sido satisfactorios, por este motivo adquirieron en aquella época mayor importancia los estudios sobre la destilación.
Foto 3: Antiguos respiraderos de las galerías de la mina "Concha". Se puede apreciar la inclinación de los estratos.
La necesidad urgente que provocó la Primera Guerra Mundial hizo mejorar la eficacia de los procedimientos de destilación, llegando así a un principio fundamental que consiste en destilar a baja temperatura (600 ó 700ºC) para aumentar el alquitrán, que es la base de los combustibles ligeros.
Era evidente que se necesitaba hacer un estudio sistemático de todos los afloramientos que había en España, por lo que en 1921 el Instituto Geológico de España ordenó realizar una catalogación en la que se incluyó el yacimiento de Ribesalbes.
En la década de los años 50 hasta 1962, la “Compañía Aglomerados Hidráulicos del Mijares” utilizó los criaderos a cielo abierto para la fabricación de cal hidráulica. Desde 1962 hasta la actualidad no ha vuelto a ser explotado industrialmente.
Antecedentes paleontológicos
En 1926, P. Hernández Sampelayo y M. Cincúnegui realizaron un estudio geológico de la cuenca de Ribesalbes, al mismo tiempo estudiaron la flora y la fauna fósil del yacimiento. Entre la flora identificaron tanto representantes de las Gimnospermas como de las Angiospermas. Citan también entre los vertebrados encontrados restos de rana, lacértidos, urolelos y una pluma de ave. Basándose en el estudio tectónico y paleobotánico asignaron al yacimiento una edad oligocena.
Foto 4: Caballito del diablo del género Lestes, uno de los más comunes en el yacimiento. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Ese mismo año, Gil Collado realiza el primer estudio sobre los insectos fósiles de Ribesalbes, en el que describió tres nuevas especies y cita la presencia de seis órdenes registrados.
En 1967 Fernández-Marrón y Álvarez-Ramis publican un estudio de las Gimnospermas fósiles del yacimiento. Tras estudiar la flora fósil presente en el yacimiento siguen considerando al yacimiento como perteneciente al Oligoceno.
Fernández-Marrón realiza una tesis doctoral en el año 1971 sobre la flora fósil del Oligoceno en España. En este trabajo consigue ampliar la flora conocida hasta entonces en Ribesalbes y asigna, por primera vez, una edad miocénica a la cuenca, basándose para ello en el estudio paleobotánico.
Sanchiz publica un catálogo sobre los anfibios fósiles de España en el año 1977, reconociendo la presencia en el yacimiento de un anuro indet., Megalotriton filholi, Chelotriton paradoxus y Triturus sp cf.
Foto 5: Ejemplar de la familia Phoridae, Phora sp. Suelen denominarse comúnmente moscas jorobadas. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
En el año 1980, Vigón realiza una tesina en la que estudia la paleoecología del yacimiento, ampliando la lista de flora existente e identificando representantes de Talofitas, Briofitas, Pteridofitas, Gimnospermas y de Angiospermas tanto monocotiledóneas como dicotiledóneas. Reafirma la edad miocénica asignada por Fernández-Marrón para la cuenca basándose también en la flora fósil. Al mismo tiempo amplía un poco la lista paleoentomofáunica.
Anadón, junto con otros autores, publica en 1989 un estudio sobre las cuencas lacustres terciarias provistas con pizarras bituminosas del NE de la Península, incluyendo una columna estratigráfica de Ribesalbes y comparándola con el resto de las cuencas.
Foto 6: Hoja de Olmo con su peciolo completo. El lago estaría rodeado en primera línea por juncos, cañas y chopos, mejor adaptados a la humedad, detrás se encontrarían árboles como el Almez, Arce, Olmo, Sauce, etc. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
A partir de la década de los 90, el biólogo Enrique Peñalver publica varios estudios sobre la paleoentomología del yacimiento de Ribesalbes y describe varias especies nuevas. Posteriormente publicó una tesis doctoral sobre la comparativa entre los insectos dípteros de los yacimientos de Ribesalbes y Rubielos de Mora (Teruel).
Geología
La cuenca de Ribesalbes pertenece al Mioceno y se encuentra enclavada en la Cordillera Ibérica. Corresponde a una fosa tectónica encajada entre fallas normales, ocupando una extensión superior a 150 km², y asentada sobre roca caliza del Cretácico inferior.
La colisión y el movimiento convergente entre las placas Europea, Ibérica y Africana, originaron las cuencas continentales terciarias en el NE de España, entre las que se encuentra la de Ribesalbes.
Foto 7: Columna estratigráfica de la secuencia de Ribesalbes (según Anadón et al., 1989)
En la columna estratigráfica se pueden apreciar cinco unidades principales que comprenden desde la A hasta la E. Según Anadón y otros autores que han estudiado el yacimiento, la unidad B está formada por una sucesión de dolomías laminadas y fétidas, intercaladas por niveles margosos y areniscas oscuras, con una potencia superior a los cien metros. La dolomía presente en el yacimiento es pobre en Magnesio y contiene calcita y aragonito en pequeñas cantidades.
A esta unidad corresponden la mayor parte de los restos fósiles encontrados y estaría formada por la deposición de sedimentos de la parte central y más profunda del lago.
Edad del yacimiento
Desde los primeros estudios realizados en el yacimiento a principios del siglo XX, diversos autores consideraron el yacimiento perteneciente al Oligoceno (Faura i Sanz, 1914; Hernández-Sampelayo y Cincúnegui, 1926; Menéndez-Amor, 1959; Fernández-Marrón y Álvarez-Ramis, 1967). Sin embargo, en 1922 Royo, al comparar la roca y los restos fósiles con los del yacimiento de Libros (Teruel), lo consideró de las misma edad que éste, atribuyéndolo al Pontiense (Mioceno superior).
Foto 8: Fruto de Trigonobalanopsis sp. Gracias a la presencia de este árbol se ha podido determinar la edad del yacimiento. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
En el año 1971, Fernández-Marrón, basándose en la comparación de los porcentajes dicotiledóneas en relación con los de monocotiledóneas y relacionándolos con los de otros yacimientos conocidos, lo considera de edad Aquitaniense (Mioceno inferior).
Al norte de Ribesalbes, en la localidad de Araya, aparece la unidad C de la columna estratigráfica, encontrándose en diversos puntos micro-invertebrados, indicando a la cuenca una edad Aragoniense (Mioceno medio).
Recientemente y gracias a la identificación del fruto y las hojas de Trigonobalanopsis, se ha podido determinar con precisión la edad del yacimiento, situándolo en el Rambliense (Mioceno inferior).
Clima
La flora fósil de Ribesalbes parece indicar que el paleoclima durante el Mioceno sería de temperaturas altas. Se apreciarían dos estaciones climatológicas bien diferenciadas, una seca en verano que podría prolongarse dos meses y otra templada y húmeda que correspondería al invierno.
Otro indicio que podría justificar un clima cálido se ha encontrado en el estudio de los insectos. La presencia del orden Isóptera sería determinante, pues en la actualidad este orden se sitúa casi exclusivamente en los trópicos y en la mayor parte de las zonas cálidas. También los fósiles pertenecientes a la familia Acrididae encontrados en el yacimiento son indicadores de clima cálido.
Foto 9: Distribución continental durante el Mioceno inferior (según Decourt et al., 1986)
Algunos autores han clasificado los lagos en función de las zonas climáticas donde se localizan, debido a la influencia que ejerce el clima en los procesos del lago. El clima controla el ciclo dinámico, determinando fluctuaciones del nivel del agua, siendo decisivo en la entrada y evaporación de agua. Todo parece indicar que en el área de drenaje del lago de Ribesalbes existía aridez, esto conllevaría a una gran entrada de aportes de sedimento, mayor que en zonas de clima más húmedo y con mas vegetación, evidentemente la incidencia sería mayor en los procesos erosivos para zonas con un clima árido. En el yacimiento la potencia de sedimentos acumulados es muy elevada, sin embargo no se conoce la tasa de sedimentación.
Se supone que el hecho de que el lago de Ribesalbes era de tipo meromíctico se debe al efecto que ejercería la climatología sobre él.
Características del lago primitivo
El lago de Ribesalbes se encontraba en un área caliza correspondiente a sedimentos marinos del Cretácico inferior. En esta zona, las rocas por las que transcurre el agua aportan gran cantidad de carbonatos que se disuelven, presentando un ciclo característico, que al precipitar confieren unas determinadas condiciones al lago. Las diferencias de concentración en la columna de agua estratificada que, debido a la ausencia de corrientes en el lago, estarían más o menos estancadas, presentando una densidad y temperatura diferente entre ellas, separadas por las denominadas clinas (quimioclinas y termoclinas).
Foto 10: Ejemplar perteneciente a la familia Cupresaceae. Estos árboles estarían alejados de la orilla del lago, pero debido al poco peso de sus hojas serían fácilmente transportadas por el viento hasta el agua.(Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Según Anadón y otros autores, los estudios de los sedimentos y los fósiles indican que el lago de Ribesalbes fue meromíctico. Este tipo de lagos se caracteriza por presentar una masa de agua aislada en el fondo, separada del agua de la superficie por una haloclina y una termoclina.
Se denomina “monimolimnion” a la masa de agua inferior, a la cual no llega la luz ni el oxígeno. La masa de agua superior se denomina “mixolimnion”. La ausencia de corrientes es lo que ayuda al aislamiento entre las dos masas de agua y las clinas lo que evita que se mezclen.
El motivo por el cual el monimolimnion es anóxico se debe, además de a la ausencia de corrientes, a la gran demanda de oxígeno que se precisa para oxidar la materia orgánica que cae al fondo del lago. En este ambiente reductor se produce el paso de sulfato a ácido sulfídrico por las bacterias reductoras del azufre. La ausencia de fauna bentónica es debida a la anoxia y al ácido sulfídrico, y gracias a esto no se produce bioturbación, lo que determina que los sedimentos se acumulen en finas láminas no perturbadas, favoreciendo así la preservación de la fauna y flora fósil.
Foto 11: Ejemplar de urodelo indeterminado. Hasta la fecha se pensaba que estos ejemplares de pequeño tamaño eran larvas, pero estudios recientes parecen contradecir esta opinión. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
No se conoce la profundidad del lago de Ribesalbes durante su periodo mermíctico. Se puede formar meromixis con profundidades muy bajas, de hecho se han citado cubetas meromícticas con una profundidad máxima de 5,25 metros y 1,6 metros de profundidad media, otras sin embargo tienen una profundidad media de 8,1 metros. De todas formas, lo más frecuente es que este tipo de lagos presente profundidades superiores a los 25 metros. La gran potencia de sedimentos que se acumularon en el yacimiento no nos indica la profundidad del lago, pues en cubetas tectónicas los lagos se caracterizan por estar sujetos a subsidencia, esto unido a los movimientos sísmicos que sufriría, alteraría la estabilidad de los sedimentos.
Los sedimentos acumulados en el yacimiento de Ribesalbes están formados por limo dolomítico de grano fino. Este limo entraría en el lago por las áreas de drenaje precipitándose por decantación y por las sales disueltas en el agua. El yacimiento de “La Rinconada” corresponde a facies centrales y profundas del lago, Las pizarras muestran un sedimento muy fino. El movimiento de oleaje del agua al entrar en el lago, distribuiría el material de forma que el limo de grano fino alcanzaría la parte central del lago y el de grano más grueso precipitaría en los márgenes.
Foto 12: Urodelo de gran tamaño. Se han encontrado muchos restos de estos anfibios en Ribesalbes. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Foto 13: Bibio sp. Los Bibiónidos eran muy abundantes en el yacimiento. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Foto 14: Escorpión de agua del género Nepa. El registro fósil es muy escaso en todo el mundo. Los dos ejemplares hallados en Ribesalbes son los primeros citados en España. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Foto 15: Coleoptero indeterminado. Gracias a su perfecta conservación se pueden apreciar sus patas cruzadas sobre el abdomen. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Foto 16: Himenóptero de la familia Formicidae. Las hormigas voladoras eran muy frecuentes en el yacimiento de Ribesalbes. (Colección Museográfica Municipal de Ribesalbes)
Fotos y texto: Manuel Saura Vilar y Juan Antonio García Vives.